Egresado de RIC contribuye a atenuar la escasez de profesores multilingües
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- Egresado de RIC contribuye a atenuar la escasez de profesores multilingües
“Quiero que mis alumnos se enamoren del español”, afirma Bellizzia.
Con una maestría en educación en lenguas extranjeras del Rhode Island College, Edilberto Bellizzia (promoción 2025) forma parte de un creciente grupo de profesionales internacionales que, a través de programas de posgrado o con una certificación docente, contribuyen a atenuar la escasez de profesores multilingües en todo el país. Su trayectoria demuestra cómo dichos programas pueden transformar no solo carreras profesionales, sino comunidades enteras.
“Elegí RIC tras considerar el costo, la ubicación y el plan de estudios. Siempre he tenido vocación académica. Disfruto mucho estudiando”, afirma Bellizzia. “El programa de RIC está diseñado para brindar una sólida formación académica, pero al combinarla con experiencia práctica, la conexión se fortalece considerablemente, y eso fue precisamente lo que me sucedió”.
Este comunicador social y periodista colombiano de 41 años nunca planeó ser maestro.
“Vengo de una familia con poca educación”, dice, “y soy el primer bilingüe entre ellos. La educación me ha brindado una inmensa satisfacción personal”.
En Colombia, Bellizzia fue coordinador de proyectos como voluntario en una fundación, donde trabajó con comunidades rurales diseñando campañas sobre sostenibilidad y cambio climático. También dictó talleres de escritura creativa y otras materias en escuelas públicas y universidades. “Siempre me había sentido cómodo explicando conceptos, orientando, escuchando a las personas y dando retroalimentación”, recuerda.
En 2015, Bellizzia llegó a la ciudad de Nueva York para estudiar inglés en el Centro de Idiomas de NY. Tras varios meses, regresó a Colombia para completar su Maestría en Gerencia para el Desarrollo. Sin embargo, el reto de dominar el inglés lo seguía impulsando a regresar a los Estados Unidos.
En 2018, decidido a mejorar su inglés y explorar nuevas oportunidades, Bellizzia se instaló en Dartmouth, Massachusetts. Ahí, se matriculó en el Programa Académico de Inglés de la Universidad de Massachusetts (UMass). Después de un semestre, sintiéndose preparado para nuevos retos, ingresó al Programa de Certificación en Gestión de Proyectos del Bristol Community College en Fall River, Massachusetts, que ofrecía aprendizaje basado en proyectos para profesionales.
“Empecé el programa de certificación en 2019 como una alternativa para mejorar mi inglés en un entorno académico, en una disciplina y un contexto diferentes”, comenta. “Había tomado clases de inglés durante toda la secundaria y la universidad, además de nueve meses en Nueva York y un semestre en el programa de la UMass, así que me sentía preparado”.
Durante una pasantía de cinco meses como asistente de proyecto en el Bristol Community College, Bellizzia empezó a considerar la posibilidad de enseñar en Estados Unidos. “Un buen amigo me decía que debería ser profesor, que explicaba muy bien”, recuerda. “Supongo que mi pasión por la enseñanza siempre había estado presente. Me di cuenta de que la educación podía ser una forma de conectar todo lo que me importaba: la comunicación, la cultura y la comunidad”.
Esa revelación marcó el inicio de una nueva etapa en su vida.
Bellizzia se matriculó en el programa de maestría en educación en lenguas extranjeras del Rhode Island College, lo que le permitió solicitar una certificación de emergencia para impartir clases. (La certificación de emergencia es una licencia de enseñanza temporal que expide el estado mientras la persona completa los requisitos para obtener la certificación docente tradicional).
Con esa certificación, Bellizzia pudo impartir una clase de ciencias ambientales en la escuela pública autónoma Nuestro Mundo en Providence. Donde logró combinar toda su formación académica, pues enseñaba temas ambientales en español mediante el aprendizaje basado en proyectos. Conectando todo lo que conoce y le apasiona.
Al recordar su paso por Rhode Island College, señala: “La interacción directa con otros compañeros, también hispanos, fue fundamental para mí. RIC ha sido mi mejor experiencia académica. Los profesores están altamente calificados. Y sin duda, el profesor Jeremy Benson es el mejor docente que he tenido. Y créanme, he tenido muchos”.
Hace tres años, Bellizzia descubrió una genuina satisfacción enseñando su lengua materna e instruyendo a estudiantes de secundaria sobre la riqueza cultural y la diversidad del español en la escuela Wilbur and McMahon en Little Compton, Rhode Island.
“Mi primer año como profesor en el programa de adquisición de idiomas fue difícil”, explica.
Sin embargo, para Bellizzia, su proceso de formación en el programa de maestría de Rhode Island College había determinado su filosofía docente, su desempeño en el aula y su adaptación constante a los diferentes procesos de aprendizaje de sus estudiantes. Considerándose hoy un educador más estructurado en cuanto a herramientas pedagógicas y la selección de contenidos.
En Wilbur and McMahon, una pequeña escuela rural con una población mayoritariamente no hispanohablante, Bellizzia, quien también es el entrenador de fútbol, se siente profundamente conectado con sus alumnos y la comunidad. Sus clases de quinto a octavo grado cobran vida con música, arte y risas.
“En mis clases utilizo la música —merengue, bachata y tango— y muestro los estilos de baile. Aprendemos sobre la variedad de frutas y comidas de los países latinoamericanos, jugamos juegos de mesa en español y hablamos de geografía, artistas y las diferentes culturas hispanas”, expresa. “Aprender un idioma no es solo gramática; es alegría, identidad, descubrimiento. En este momento, me siento como un embajador latinoamericano, especialmente colombiano”.
Para Bellizzia, enseñar español es más que un trabajo. Es un puente entre idiomas y culturas, y entre los dos mundos que considera su hogar.
“Quiero que mis alumnos se enamoren del español y se sientan motivados a seguir aprendiendo. No solo porque esté en el currículo, sino porque se sientan parte de algo más grande”, afirma. “Enseñar es mi manera de ayudar a otros a encontrar su propio camino, tal como yo encontré el mío”.
Según la Oficina del Censo de los Estados Unidos, más de 42 millones de personas en el país hablan español en casa, pero solo una pequeña parte de los estadounidenses no hispanos lo habla con fluidez.